Página abierta. Situación de la educación infantil 0-6 en Cantabria

En esta visión general de la situación de la etapa 0-6 en la Comu­nidad Autónoma de Cantabria, se habla de tres puntos importantes que abarcan, por un lado, la legislación educativa en la región; por otro, la descripción de aspectos de las etapas 0-3 y 3-6 a lo largo de los últimos años y, para concluir, unas reflexiones sobre los aspectos que nos parecen más importantes, porque se necesita una mejora en sus planteamientos y dar pasos relevantes en tales aspectos, que merecen ser contados.

La situación de la educación infantil en Cantabria se encuentra fragmentada y desregularizada, con escasa renovación desde hace años.

En nuestra comunidad nunca ha habido una escuela infantil 0-6 años pública y de calidad. En la década de 1960 se crearon cinco «guarderías» dependientes del inas en pueblos costeros donde había muchas mujeres trabajando en fábricas de anchoas, para que los niños y las niñas pudieran estar atendidos mientras sus madres estaban ausentes. La Consejería de Educación determinó no asumir estos centros, que en la actualidad se denominan Centros de Aten­ción a la Primera Infancia, dependen del icass –Instituto Cántabro de Servicios Sociales– y tienen una doble finalidad: por un lado, prestar a las familias el apoyo necesario para garantizar el adecuado desarrollo integral de niños y niñas de 0 a 3 años, estableciendo los cauces que permitan la conciliación de la vida familiar y laboral, y por otro, actuar como mecanismos para prevenir posibles situaciones de desprotección infantil.

A partir de las recomendaciones de Europa respecto a los objetivos europeos para 2010, la Consejería de Educación apostó por aumentar el número de aulas que atendían el primer ciclo de educación infantil, centrándose para tal cometido en escolarizar a los niños y las niñas de 2 años en su red de centros de educación infantil y primaria. Esta realidad comenzó en el año 2004 con siete aulas experimentales y creció muy velozmente hasta alcanzar un porcentaje muy elevado de niños y niñas de 2 años escolarizados. Actualmente –datos del curso 2017/2018–, hay 153 aulas en centros públicos y 30 en centros privados. Cantabria pasó de un 7,2 % de niños y niñas de 2 años escolarizados en el 2001-2002 a un 57,9 % en el 2011, y en este momento es la cuarta comunidad del Estado con mayor atención educativa a los 2 años de edad –la media estatal es del 49,8 %–. Actualmente, de los 3.703 niños y niñas matriculados en el 0-3, 3.220 están solo en los grupos de dos años –aproximadamente un 75 % de los niños y niñas de dos años– y 483 están matriculados en 0 y 1 año, teniendo en cuenta las escuelas públicas, privadas, y las dependientes o no de la Consejería de Educación.

Cada grupo está atendido por un maestro –mayoritariamente maestras– y un técnico en educación infantil –en Cantabria también casi todos son mujeres–, con una ratio de 18 niños y niñas por grupo, que en ocasiones se ve superada hasta llegar a las 20 criaturas. ¿Y hablan de calidad educativa y atención a la diversidad?

Aula de 2 años de Amos de Escalante.

Todos los grupos de 2 años tienen unos servicios en el mismo espacio educativo adecuados a su tamaño y con agua caliente. El servicio de comedor se desarrolla en el propio comedor del centro, sin un espacio diferenciado para los niños y las niñas de estas edades, que en muchos casos comen al mismo tiempo que los otros niños y niñas del centro. El horario en el que los pequeños pueden estar en el centro es el mismo que los de primaria, y la mayoría de los centros tienen horario lectivo desde las 9 a las 14 h. Las familias pueden escoger el horario que deseen (por normativa, al menos ha de ser de dos horas diarias, preferentemente entre las 10 y las 12 horas), y si se quedan al comedor pueden estar en el centro hasta las 16 h de la tarde, siempre que no se exceda de las ocho horas de permanencia en total. Al formar parte de Cen­tros de Infantil y Primaria, siguen el mismo calendario escolar que el resto de Infantil y Primaria, con los mismos días lectivos y no lectivos.

Desde el principio, la consejería asumió que debía formar a los maestros para este nuevo reto y ha habido muchos cursos en los ceo en los que técnicas y maestras se formaron juntas. En el ámbito legislativo también se publicaron normas pioneras para dar forma a los contenidos educativos del primer ciclo de la etapa, con orientaciones metodológicas, requisitos de los centros, instrucciones de implantación de los grupos de 2 años…, que en la práctica eran una versión adaptada y más completa del real decreto de contenidos mínimos para el segundo ciclo.

A nuestro modo de ver, el hecho de que los niños y las niñas estén en centros en los que también se imparte Primaria repercute negativamente en la vida de las criaturas, porque siguen ritmos inadecuados para ellos, ya que los horarios están marcados por los de Primaria. Al empezar al colegio con 2 años, de repente pareció que las criaturas de 3 años ya eran mayores y había que tratarlas como tal. Pero también los grupos de 2 años contagiaron al resto de la etapa nuevas prácticas y pusieron en valor la identidad de la educación infantil o mayor respecto a los ritmos individuales, a las experiencias vinculadas al estadio madurativo de las criaturas y al valor educativo de la vida cotidiana, la pareja pedagógica en clase…

El hecho de apostar por los grupos de 2 años ha derivado en que no haya casi ninguna oferta pública para los de menor edad y en que la etapa esté totalmente fragmentada. En toda la provincia hay 11 pequeñas escuelas municipales 0-3 y una escuela infantil 0-3 dependiente de la Universidad de Cantabria, y no hay ningún censo de la oferta privada. A todas luces es insuficiente para atender la demanda, y creemos que es uno de los factores que repercute en la baja natalidad.

Casi la totalidad de los niños y las niñas de 3 a 6 años están escolarizados. Se ofrecen plazas para todos los que lo deseen, mayoritariamente en centros de Infantil y Primaria, lo que conlleva compartir espacios comunes, patios, comedor, horarios. En las clases de segundo ciclo de Educación Infantil entran especialistas de inglés, educación física y música –según los casos– y también religión católica, que es cursada por los niños y las niñas si sus familias lo eligen (en la actualidad es elegida mayoritariamente).

Poco a poco el horario escolar ha ido cambiando y, ahora, la mayoría de los centros tienen jornada lectiva de 9 a 14 h. Después se ofrecen el servicio de comedor y las actividades extraescolares, lo que permite poder estar en el centro hasta las 17 h. Para la comida existen becas de comedor según la renta; para los núcleos rurales dispersos está subvencionada. Los centros también ofrecen un horario antes de la escuela. Lo gestionan las ampa y lo pagan las familias usuarias.

CEIP Manuel Llano de Cabuérniga.

Deseamos un cambio en las políticas educativas, con un compromiso real por impulsar de una vez por todas escuelas infantiles con identidad y cualidades propias, ajenas a las prisas de la escolarización que abundan en los centros que aglutinan Infantil y Primaria. Queremos escuelas que se configuren a partir de las opiniones de los profesionales de la educación y de las familias, y que garanticen con firmeza la necesidad de un 0-6 real y beneficioso. Solo con formación, trabajo en equipo e inversión, que no gasto, conseguiremos construir una escuela y una sociedad mejores.

Consejo de redacción de Infancia en Cantabria

 

 

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