Cuando entramos por primera vez en un lugar, los sentidos se activan para captar todo lo que vivimos. Los ojos recorren el espacio. Los sonidos y los olores también nos sitúan y nos conectan o evocan situaciones más o menos placenteras. Si tenemos tiempo, nos detenemos en los detalles, observamos con detenimiento, leemos y nos hacemos una idea de cómo son las personas que lo habitan. Partiendo de esta premisa, el equipo de la Escola Bressol La Cuna iniciamos una reflexión sobre nuestros espacios comunes: el vestíbulo, la sala o los pasillos. ¿Qué transmitían? ¿Qué queríamos que transmitieran?
