La agroecología, al trabajar con niños y niñas, se presenta como un conjunto de principios y acciones que orientan nuestras formas de habitar, convivir y vivir. Es también una estrategia posible para afrontar la inseguridad alimentaria, el contexto de exclusión y desigualdad social y la formación desde la perspectiva de una educación humanizada. Es un camino de construcción colectiva, de enfrentamiento a las enfermedades, de promoción de la salud, de garantía de una alimentación de calidad para todas las personas y de formación a favor de la diversidad considerando reflexiones sobre el feminismo, la lucha contra la LGTB-fobia y el antirracismo desde la Educación Infantil. En este relato de experiencia, presentamos desarrollos de este trabajo, destacando la importancia de la apropiación del conocimiento científico desde la primera infancia, en una institución de educación infantil, ubicada en la Fundación Oswaldo Cruz, en Río de Janeiro.
Localizando el trabajo… transformando miradas
La Guardería de la Fundación Oswaldo Cruz1 fue inaugurada en 1989 y es el resultado de la lucha de las trabajadoras y trabajadores de esta institución. Tiene como finalidad atender a niños y niñas de tres meses a cinco años y ocho meses, hijos e hijas de servidores públicos con funciones educativas, como parte de la política institucional de fortalecimiento del servicio público estatal. Es un espacio de calidad para el trabajo con infancia y desarrollo de actividades docentes, de investigación y de formación profesional para el trabajo con educación infantil.
Trabajar con las infancias requiere cuidado y pensar en la sobrecarga de quienes los cuidan. En este umbral entre el cuidado y la garantía de un lugar educativo que atienda a los hijos/as de los/as trabajadores/as de la institución – en defensa de un trabajo digno, justo, ético y con respeto a la diversidad, a las nuevas formas y relaciones de organización del trabajo que producen desigualdades – la Guardería Fiocruz tiene como principio la formación de la transformación de perspectivas, es decir, una formación que considere la dimensión del cuidado incorporada en la dimensión de la educación. La agroecología se presenta como un contrapunto a las prácticas, enfoques y conceptos creados por el capitalismo.
Desde su inauguración, la guardería de la Fiocruz promueve valores institucionales que buscan proporcionar un espacio educativo de calidad que comprenda a los sujetos como múltiples seres sociales sin perder de vista sus relaciones y mediaciones. Niños y ninãs, familias con distintos formatos, trabajadoras/es con las más diversas historias, en definitiva, personas con diversos conocimientos científicos y de divulgación. No hay dos niños o niñas iguales La base de su desarrollo está, sobre todo, en las condiciones concretas de vida y, en este contexto, incluimos la discusión de la determinación social de la salud, incluyendo hablar con los/as niños/as sobre la relación entre los aspectos sociales e históricos y los aspectos biológicos de cada persona –y de cada grupo– para discutir el proceso salud-enfermedad. ¿Pero cómo hacer esto con niños y ninãs tan pequenos/as? Permitir el acceso a la información, al conocimiento, la experiencia práctica, construir espacios donde los/as niños/as –y sus tutores– puedan vivir y comprender la importancia de la tierra y los ciclos de la vida misma.
¿Qué hacemos aquí? ¿Qué implicaciones, significados y resignificaciones son posibles? ¿Cómo puede una Escuela Infantil institucional federal contribuir a la generación de políticas públicas para la infancia, a la innovación de conocimientos y a la construcción de productos pedagógicos para otras instituciones? La agroecología ha señalado caminos y posibilidades, sobre la tierra, para la tierra… la energía de lo más vital, del sentido, de la humanidad. ¿De dónde vienen los alimentos? ¿Para quién? ¿Quién produce? ¿Cuál es el tiempo socialmente necesario para la producción? ¿A dónde van los residuos? En los discursos de los/as niños/as, en las dudas e hipótesis que nos motivan…
La experiencia se ha construido y para ello son fundamentales los cimientos del Proyecto Político Pedagógico de la institución, que orienta qué sujetos queremos formar con esta educación. Para este trabajo se construyeron cuatro ejes principales: la alimentación, la conexión con la naturaleza, el descubrimiento del mundo y la educación para los derechos humanos.
¿Cómo es trabajar con Alimentación desde una perspectiva agroecológica?
Pensar en una alimentación saludable y en un huerto en una institución de educación infantil significa también abordar las condiciones de producción y de desigualdad del mundo actual. Alrededor de 2.300 millones de personas se enfrentan a algún nivel de inseguridad alimentaria, casi el 30% de los aproximadamente 8.000 millones de habitantes del planeta. según datos de las Naciones Unidas (2023). El consumo de alimentos ultraprocesados está creciendo y los/as niños/as preguntan por qué no tenemos “galletas de princesas o de personajes de dibujos animados”. El sistema agroindustrial invierte mucho –miles de millones– para promover el consumo de productos ricos en grasas, azúcares, carbohidratos y pobres en nutrientes. El incentivo a utilizar fórmulas infantiles supuestamente ricas en hierro y minerales como sustituto de la lactancia materna, en lugar de fomentar el uso de la leche materna, incluso cuando el niño ingresa a la Escuela Infantil.
El mejor alimento para los/as bebés es la leche materna, tiene todo lo que el niño/a necesita. En la Guardería Fiocruz, hay un espacio reservado, con cómodos sillones, para que las madres puedan amamantar durante su jornada de trabajo. La Escuela Infantil organiza un horario con las mamás, garantizando que todas puedan utilizar el espacio, manteniendo la rutina del cuidado de los/as bebés. También se fomenta la lactancia materna mediante la recepción y correcto almacenamiento de la leche materna en las cocinas de las Escuelas Infantiles.
La leche materna se ofrece al/la bebé según su rutina
de alimentación.

Cuando los/as niños/as entran a la escuela, muchos de ellos/as ya han empezado a introducir los alimentos. La nutricionista de la guardería entrevista a los padres, las madres y/o tutores para determinar en qué etapa de introducción de alimentos se encuentra el/la niño/a, personalizando la dieta para cada uno/a, observando la consistencia de los alimentos según su grupo de edad. Hasta el año de edad, el alimento principal del niño es la leche materna. Los alimentos sólidos son complementarios a la leche materna y no al revés, según determina la Guía Alimentaria para Niños Menores de 2 Años, del Ministerio de Salud.
Plato y niños/as comiendo después de la preparación por parte del personal de cocina y la nutricionista.
El menú es elaborado por la nutricionista y se utiliza en actividades educativas para introducir los alimentos a los/as niños/as. Antes de llegar al comedor, los/as niños saben lo que encontrarán allí. Conocer y reconocer los alimentos es divertido para los más pequeños. Todo el personal, incluidos cocineros, maestros y coordinadores, observan la dieta de los/as niños/as y les preguntan qué les gusta comer.
Maestra hablando con los niños sobre el menú del día.
La Guardería Fiocruz cuenta con una huerta donde se plantan zanahorias, batatas, tomates, repollos, lechugas, maracuyá y hasta sandías. La huerta es un espacio educativo que enseña sobre el ciclo de producción de alimentos. Es en la huerta donde los/as niños/as aprenden a plantar, a supervisar el crecimiento de los alimentos, a observar si se desarrollan o no y a cosecharlos, comprendiendo el origen de los alimentos y el tiempo que necesita la naturaleza para producirlos. En la huerta también aprenden a valorar a quienes lo cultivan. El jardinero, responsable de la huerta habla con los/as niños/as explicándoles los cuidados que hay que tener para que la plantación tenga éxito. El contacto con la huerta, desde la plantación hasta la cosecha, también anima a los/as niños/as a probar nuevos sabores. Durante una de las cosechas, pusimos las papas dulce en la canasta y, poco después, las comparamos, aprendiendo a clasificarlas en grandes, medianas y pequeñas. ¡Luego los llevamos a la cocina, relacionando el cultivo con la comida!

¿Cómo es el trabajo de Conexión con la Naturaleza desde una perspectiva agroecológica?

En la escuela se llevan a cabo diversos proyectos de educación nutricional y ambiental con los/as niños/as.
Las actividades desarrolladas se adaptan según cada grupo de edad. Se seleccionan las verduras y se distribuyen entre la clase y los alumnos, junto con los profesores, son los encargados de cuidar la huerta. Varios alimentos ya estaban ahí: lechuga, boniato, zanahoria, chayote, maracuyá, maíz, albahaca, romero, orégano, acerola…
En la huerta, mostramos a los/as niños/as que hay una variedad de alimentos que tienen diferentes sabores, olores y texturas. Demostramos que es durante la siembra que se inicia el ciclo de producción de este alimento y el/la niño/a también empieza a desarrollar el sentido de responsabilidad, ya que estas semillas requieren de ciertos cuidados para poder germinar y llegar a su producto final para la cosecha.
El jardín sensorial es un espacio educativo repleto de plantas aromáticas utilizadas para estimular y educar los sentidos. En el jardín sensorial, los/as niños/as tocan las plantas, sienten su aroma, comprueban su textura y hasta su sabor. Al ver la hoja de menta, un niño dijo: “huele a pasta de dientes”. Este es un lugar que permite una gran experiencia sensorial, donde se desarrollan y descubren los sentidos. Las especias son recogidas por las cocineras y utilizadas en la comida de los niños.
El trabajo de compostaje es parte de este ciclo, en el que los/as niños/as están invitados a cuidar el Planeta. Y una de las preocupaciones está relacionada con la eliminación de residuos. Utilizamos un contenedor de compost educativo para crear conciencia y observar a los niños en relación con los desechos orgánicos. A través del compostador entienden cómo se transforman. La Guardería es un multiplicador del proyecto CompostAção, de la Fiocruz, en el que los/as trabajadores/as son amigos del compostaje, llevando los residuos orgánicos de casa a la institución. La iniciativa busca concienciar sobre la adopción de prácticas más sostenibles en la vida cotidiana. En la escuela se invita a los niños y las ninãs, sus familias y trabajadores/as a separar los residuos orgánicos del hogar, llevándolos en un balde de 5 litros a la escuela. Los participantes reciben compost orgánico a partir de residuos orgánicos entregados por las familias. Los residuos van a la Coordinación General de Infraestructura de los campus, donde son descompuestos.

curiosidades e hipótesis de los niños y ninãs.
Huerta, residuos orgánicos, jardín sensorial y… abejas. ¡Sí! Las abejas siempre han volado sobre el ambiente de la Guardería Fiocruz, siendo retiradas cuando se encontraban en mayor número. En el contexto del proyecto de agroecología, el equipo de la escuela creó un meliponario, una especie de hogar para abejas nativas sin aguijón, donde pudieran cultivarse. El meliponario es otra invitación a conocer la naturaleza y respetar todas las formas de vida.
Allí, los/as niños/as conocen a las abejas, hablan sobre el respeto y la importancia de los animales, trabajan sus sentimientos de miedo hacia algunas de ellas y ven el proceso de producción de miel y reproducción de las abejas.
¿Cómo es el trabajo de “Descubriendo el Mundo” desde una perspectiva agroecológica?
En el eje “descubrimiento del Mundo” utilizamos los siguientes recursos: la biblioteca de experimentos, las maletas educativas y la narración de historias.
La biblioteca de experimentos cuenta con un conjunto de láminas, piedras y juegos que se utilizan en experimentos mediados con los/as niños/as. Es un lugar para aprender sobre el mundo, para aprender a mirarlo de forma sensible y atenta.
Las maletas educativas son colecciones de maletas lúdicas apresentadas a los/as niños/as por el personaje Maria Traça, una muñeca que enseña y aprende de los/as niños/as a través de cuentos.
Cuando visita el centro, Maria Traça trae su maleta, que lleva “el mundo” dentro de ella. El personaje ya presentó
la Maleta de Raíces y Semillas, la Maleta de Insectos, la Maleta de Cuentacuentos y ahora está armando la Maleta del Mundo, que traerá mapas, objetos y historias de diferentes lugares.
La maleta se construye colectivamente. María Traça arma la pequeña maleta, pero obtiene nuevos elementos a través de la interacción con los/as niños/as y los/as trabajadores.
Contar historias, ya sean tradicionales y conocidas o nuevas e inventadas, es parte de la rutina diaria en Guardería Fiocruz. Y para contárselo, los/as educadores/as utilizan libros de distintos tamaños y texturas, personajes, marionetas, música y gráficos. Cuando las experiencias de los/as niños/as tienen sentido, se perciben en los gráficos. “Un dibujo para un/a niño/a no es sólo un dibujo, es una historia”. Es a través de la narración de cuentos que los/as niños/as aprenden sobre sí mismos y comienzan a comprender cómo funciona el mundo, asimilando conocimientos.
¿Cómo es el trabajo de “Educación para los Derechos Humanos” desde una perspectiva agroecológica?
Todas las personas importan, esa es la premisa de la educación en derechos humanos. Y, desde esta perspectiva, la Guardería Fiocruz trabaja en el respeto a las diferencias, reforzando que cada persona importa. Esta diversidad es un poder y todos/as la aprovechamos en favor de una educación que acoja, respete y mire al otro colectivamente. La escuela trabaja esta temática durante todo el proceso pedagógico, ya sea ofreciendo una caja de lápices de colores que muestran los colores de la piel, o jugando a preparar comidas en las que los niños también cocinan. También profundiza en acciones educativas, como la realizada con los indígenas Thini-á Fulni-ô. Se invitó a la educadora social a realizar experiencias con los/as niños/as, hablando sobre formas de ser y vivir.
La Guardería Fiocruz respeta el conocimiento tradicional y valora el conocimiento científico. Zé Gotinha, personaje creado para concientizar a la población brasileña sobre la vacunación, es invitado todos los años a visitar la Guardería Fiocruz, destacando la importancia de la inmunización colectiva entre los/as niños/as y sus familias. La salud es una prioridad en la centro, por lo que la vacunación también lo es. La formación permanente de las maestras y de todo el personal plantea discusiones, reflexiones y estudios tanto en su concepción teórica como en su práctica, ya que, como se describe en el proyecto político-pedagógico, somos sujetos inacabados, por lo tanto, siempre en aprendizaje. Comprender el desarrollo también resalta la importancia de las condiciones de vida y la educación a lo largo de la vida.
De esta manera, partimos del campo empírico –que nunca puede separarse de la teoría– para reflexionar sobre una pedagogía formativa que se propone como contrahegemónica en el contexto actual. Reflexionar en la profundización de los temas y conceptos de la agroecología posibilita una comprensión que vaya más allá del conocimiento fragmentario en favor de un abordaje integrado del tema en la primera etapa de la educación básica. En esta dirección, optamos por un proceso educativo que apuesta por la desnaturalización de la vida cotidiana en la formación permanente de todos/as los/as profesionales de la escuela.
Esperamos que las acciones presentadas inspiren a educadores de primera infancia de todo el mundo, generando conexiones, diálogo e intercambio de experiencias, ya que creemos que una sociedad más sana y justa que sólo se puede construir colectivamente. La semilla ha sido plantada, que florezca como las de nuestra huerta.
Flavia de Figueiredo de Lamare
Doctorado en Políticas Públicas y Desarrollo Humano
Guardería de la Fundación Oswaldo Cruz (Brasil)
Silvia Lacouth Motta
Maestría en Educación Guardería de la Fundación
Oswaldo Cruz (Brasil)
NOTA
1. La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) es una institución pública estratégica del Estado y, desde su creación en 1900, ha estado fuertemente comprometida con la salud pública, el desarrollo del país y el bienestar de la población. Vinculada al Ministerio de Salud, Fiocruz desarrolla actividades de investigación e innovación; producción de medicamentos, inmunobiológicos y reactivos de diagnóstico; vigilancia sanitaria; educación; prestación de servicios de referencia y atención médica; información, comunicación y divulgación científica en salud; y preservación del patrimonio científico, histórico y cultural de la salud y la ciencia. La escuela Infantil es un servicio ofrecido a los empleados de Fiocruz desde 1989.





