En la ciudad amazónica de Iquitos, se encuentra la Cuna Jardín N.º 171, rodeada por la exuberante biodiversidad de la región y accesible únicamente por vía fluvial o aérea. En este contexto, se desarrolla el Proyecto Educativo Ambiental “El Bosque de la Amistad de la Amazonía Peruana”, el cual busca fomentar desde la primera infancia una cultura de cuidado y respeto por el medio ambiente.
A través de actividades formativas y lúdicas, se promueve la autonomía infantil, la conciencia ecológica y el conocimiento ancestral de la selva. El proyecto involucra a docentes, familias, comunidad y aliados estratégicos en acciones sostenibles que incluyen la siembra de árboles, la limpieza comunitaria y el uso responsable de los recursos naturales.
Este proyecto representa el inicio de una nueva forma de educar en y desde la biodiversidad. La meta es integrar el cuidado del medio ambiente como eje fundamental del proceso educativo, tal como proponen Sauvé (2004) y el Ministerio de Educación del Perú (2012). En particular, la educación inicial tiene un rol esencial en la sensibilización de niñas y niños frente a la riqueza natural y cultural del entorno amazónico.
A través del proyecto, se busca que las niñas y niños interactúen con su entorno inmediato, valorando la flora, fauna y cosmovisión de la Amazonía peruana. Asimismo, se promueve el compromiso de los actores educativos en el uso responsable de los recursos naturales, lo cual se alinea con los principios de la educación para el desarrollo sostenible (UNESCO, 2017).
El proyecto involucra a niños/as de 2 a 5 años, docentes, directivos, familias, vecinos y entidades como el Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (CIRNA) de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), cuyo acompañamiento técnico ha sido clave.
Entre muchas actividades realizadas, podemos destacar las siguientes:
1. Expedición de los niños por el parque
El guía ambiental y la docente conducen el recorrido, brindando información relevante, y respondiendo preguntas de los niños y niñas sobre la naturaleza, árboles, animales, plantas, aves, mariposas, forma de reproducción, conservación, nombres de plantas y árboles.
Tiempo para jugar
Las niñas y niños tienen un tiempo para jugar de manera libre en áreas seguras del parque, como áreas de juegos en zonas abiertas, sobre troncos (árboles secos), césped, campo. El juego en la naturaleza es el mayor disfrute de los niños; trepados en el tronco del árbol de mamey, juegan a las escondidas entre los arbustos.
Refrigerio al aire libre
Comparten y disfrutan refrigerio saludable con frutas y verduras oriundas de la selva amazónica, camu camu, guayaba, caimito, carambola.
2. Educación Ambiental
Antes de la actividad de siembra, se organiza sesiones educativas para enseñar a los niños y niñas sobre la importancia de los árboles y el medio ambiente. Se usa material didáctico apropiado para la edad de los niños y niñas (de 2 a 5 años), como cuentos, videos y canciones relacionadas con la naturaleza.
El involucramiento de expertos en medio ambiente como estudiantes de ingeniería ambiental, y forestal del CIRNA de UNAP, es importante, son los encargados de las charlas educativas a las niñas y niños, docentes, padres de familia y vecinos de la comunidad.
3. Selección de Árboles y Plantas
La selección de árboles y plantas nativas de la zona se realiza con estudiantes voluntarios de la facultad de ingeniería ambiental, agronomía y ciencias forestales. Los almácigos de árboles (cedro, lupuna y plantas ornamentales son proporcionados por el Centro de Investigaciones de Recursos Naturales (CIRNA), las herramientas de jardinería adecuadas a la edad, como palas, regaderas y guantes pequeños para las niñas y niños.
4. Siembra de plantas por las niñas y niños
Participan activamente en la siembra de árboles, se divide a los niños y niñas en grupos pequeños y asigna a una madre o padres de familia como facilitador para cada grupo.
Las niñas y niños expresan con entusiasmo los nombres de los árboles que plantan y hacen un compromiso a través de dibujos para cuidar de ellos como parte de su responsabilidad.
5. Mi mundo de juegos ecológicos
En esta actividad los niños y niñas exploran, construyen con materiales y recursos naturales de la comunidad, elaboran sonajeros con semillas de huayruro, achira y shacapa, cometas con izana, juegan con palo de lluvia para calmar las emociones; se usan diversos recursos naturales como semillas, hojas, arcilla. Realizan juegos en la naturaleza treparse árboles, correr, saltar. Es una experiencia enriquecedora, porque se fomenta la creatividad y la conexión con la naturaleza. Elaboran tintes ecológicos para hacer arte y pintar murales, experimentan usando recursos naturales como piri piri, sangre de grado, guisador, huito. (plantas que se usan para extraer resinas y tintes).
6. Limpieza de la I.E.I y de la comunidad
La limpieza de la institución la realizan los niños/as, recogen basura en el patio, salones de clase y áreas comunes, barren; esta actividad lo realizan después de cada momento pedagógico, refrigerio, juego al aire libre, talleres de aprendizaje, hora del juego libre, plan lector. También participan en la campaña, limpian los alrededores de la cuna jardín, local comunal y otras áreas de la comunidad, como las calles cercanas. Realizamos el seguimiento de la limpieza en la comunidad para mantener el impulso y la conciencia ambiental, a través de actividades periódicas de limpieza y recogida de basura para continuar con la conservación de espacios limpios y saludables.
Los niños y niñas han desarrollado una comprensión más profunda sobre la importancia de conservar la biodiversidad.
Se ha generado un cambio de comportamiento, evidenciado en prácticas sostenibles cotidianas.
Las alianzas con instituciones como el CIRNA han fortalecido el proyecto con apoyo técnico.
La comunidad de Iquitos muestra mayor conciencia ambiental y participación activa en actividades de conservación.
El proyecto ha demostrado ser efectivo en la promoción de valores ambientales en la infancia y la articulación con actores comunitarios. Entre sus desafíos destacan la escasez de recursos financieros y de espacio físico, así como la necesidad de garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
La experiencia confirma lo planteado por Henríquez-Fuentes (2008) y Sauvé (2004), en cuanto a que la educación temprana es clave para formar ciudadanos comprometidos con la conservación ambiental. Por tanto, urge consolidar políticas públicas que respalden y repliquen iniciativas como esta en otros territorios amazónicos.
Luisa Arce Urrea
Miriam Elena Javes Fernández
Melissa María Vela García
Cuna Jardín N.º 171 “Jesús el Divino Maestro”, Iquitos, Loreto – Perú
Bibliografía
Henríquez-Fuentes, P. F. (2008). Conocimiento y comprensión de la biodiversidad: La educación y experiencia en niños [Tesis de licenciatura, Universidad de Chile].
Ministerio de Educación del Perú. (2012). Guía de orientación para el uso del módulo de ciencias para niños de 3 a 5 años. https://www.perueduca.pe
Sauvé, L. (2004). Perspectivas curriculares de la educación ambiental: un análisis internacional. Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación – UNESCO.
UNESCO. (2017). Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Objetivos de aprendizaje.
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000247444









