El periodo de acogida marca el inicio del vínculo entre el niño y la escuela, un momento emocionalmente delicado que requiere adultos disponibles y presentes. Sin embargo, muchos docentes llegan a clase en estado de alerta, desbordados por las condiciones del sistema. Es urgente cuidar el sistema nervioso del maestro como base para ofrecer seguridad a las criaturas y construir una verdadera educación de calidad.
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