Echamos la vista atrás y leíamos artículos en diferentes números pasados de Infancia que nos aportaban reflexiones que muchas veces vale la pena releer. Esta sección es un marco perfecto para resaltar estas ideas que nos dejan huella y que sustentan nuestro quehacer cotidiano. Os invitamos a parar, releer, y que nos acompañéis en su relectura.
«…La naturaleza es el marco ideal, gracias a sus tonos calmados, la variedad de estímulos y retos que ofrece, y el hecho de que no haya objetos definidos que ya indiquen a qué o cómo jugar. De esta forma los niños pueden desarrollar el juego libre y, a su vez, conectar y aprender del entorno que los rodea»
Clara Pons
«La naturaleza, el espacio de juego ideal para los niños», Infancia, núm.
Nos ha encantado el artículo de Clara Pons y, a partir de sus ideas, nos gustaría invitaros a disfrutar de la vida al aire libre con los niños y las niñas. Y debatir en las escuelas las ideas sobre la infancia: ¿por qué la mayor parte del tiempo la vida de los pequeños la organizamos en el interior del edificio?, ¿por qué compramos materiales y juguetes de plástico cuando la naturaleza nos regala un sinfín de materiales con mucha riqueza sensorial y posibilidades abiertas de juego?
La naturaleza es el espacio que mayor bienestar proporciona y más variados recursos tiene para que los niños desarrollen juego, movimiento, diversión, observación, colaboración, aprendizaje. Siempre que la distancia lo permita, tenemos que organizarnos para salir a espacios naturales o, en su defecto, a parques de ciudad. No olvidemos que siempre serán mejores los parques de naturaleza que los parques infantiles.
Hay que repensar los espacios exteriores de los centros para que ofrezcan espacios donde los peques puedan estar activos y desarrollar un sinfín de actividades al aire libre, para que la mayor parte del día puedan desarrollar sus iniciativas.
Si el tiempo es lluvioso o muy frío solo se necesita ropa adecuada para seguir disfrutando y explorando fuera de los edificios. Posiblemente los palos, los charcos, escalar, sean de las cosas más vetadas a los peques, y sin embargo responden a necesidades infantiles.
«También es recomendable que no pasen mucho tiempo manipulando móviles y otros aparatos electrónicos, sino que usen todo tipo de juguetes y experimenten con objetos de su entorno y naturaleza»
Débora Chomski
«El uso didáctico de los medios de comunicación y las tecnologías en la infancia»,
Este artículo nos propone buenas prácticas en el hogar para favorecer un uso equilibrado de los medios y las tecnologías, pero apreciamos ahora su valor, siguiendo nuestra línea de invitar a disfrutar del entorno y de la naturaleza, por las recomendaciones que hace respecto a conocer lo que nos rodea por medio de los sentidos, descubrir la naturaleza y especialmente priorizar las actividades de juego libre y la necesidad de relacionarse con otros niños y niñas.
El aire libre ofrece a las criaturas experiencias sensoriales, de relación con el medio y con los otros, de autonomía en el espacio exterior y sobre todo de disfrute, aportando beneficios físicos y emocionales.
«Hoy en día vivimos en una sociedad donde los juguetes cada vez hacen más cosas por sí mismos, sin la necesidad de interacción del niño. Hemos observado en nuestra práctica diaria que, cuantas menos cosas hace un material de juego o juguete, más rica es la relación que establece el niño con el material. El desarrollo óptimo del cerebro de los niños, y más de los infantes, depende de las relaciones que establece el niño con su entorno»
Pablo Boj
«No lo tires, ¡juega!»
«Redescubramos los bloques de madera, la arcilla, las cajas de diferentes tamaños y versiones, piedras, rollos de cartón, piñas, palos, troncos, telas, botones, arena, tierra, agua, recipientes varios de mimbre, de tela, metálicos…, y todo aquel material que de «la nada» puede acabar en ‘un todo’ en las manos de un niño.
»Estos materiales ayudan a los niños a desarrollar su potencial y sus capacidades de una forma natural, como el respirar. Respetando su necesidad vital de explorar y jugar…»
Yesica Clemente
«Aprendiendo del juego libre aprendemos de la naturaleza del niño»,
Los artículos de Yesica Clemente y de Pablo Boj nos ponen de relieve la necesidad de jugar con materiales no estructurados, tanto reciclados como los que nos encontramos en la naturaleza. Como ya nos decía Clara Pons, la naturaleza es un tesoro de piezas sueltas. Son materiales que nos ofrecen un juego de exploración del entorno, relacionarse con materiales naturales y además desarrollar el juego simbólico, así como realizar creaciones artísticas. Es importante ofrecer diversos materiales, con texturas diferentes, que la naturaleza ya nos ofrece sin necesidad de crear espacios artificiales para ello. ¡Salgamos a jugar fuera!
«Renaturalizar las escuelas, renaturalizar las actividades extraescolares, renaturalizar el tiempo de ocio, en definitiva renaturalizar la vida de los niños y las niñas… Hay que empezar a virar la escuela hacia la naturaleza, tanto metiéndola dentro como saliendo nosotros afuera.»
Ángeles Abelleira
«Aprehendiendo el mundo en Infantil»,
Conocer el entorno, aprehender el mundo poniendo a niños y niñas los pies en el suelo, una reivindicación de volver a lo sencillo, a lo natural fuera de lo ficticio. Y, además de disfrutar de los espacios naturales, hay que empoderarles para poder custodiar el recurso más necesario para la vida, como es nuestro entorno natural. En palabras de la autora, hay que hacer que vayan «apropiándose del mundo trozo a trozo».
«Los beneficios que la naturaleza aporta son infinitos y cualquier persona que tenga la oportunidad de pasar tiempo con niñas y niños en un medio natural, o que haya tenido el privilegio de crecer jugando en ella, lo puede corroborar. Muchas investigaciones demuestran que estar en contacto con la naturaleza ayuda no solo al desarrollo cognitivo, sino también a su autonomía, autoestima y mundo emocional.»
Naiara Elorriaga
«La naturaleza es nuestra clase en Ekogunea»,
Esta experiencia nos anima a salir fuera y disfrutar del entorno natural, pero además a hacerlo en comunidad, impulsando procesos de alianza con diferentes agentes de la comunidad educativa. Nos pone de relieve las dificultades de los niños y las niñas afectados por el «trastorno de déficit de naturaleza» y, por el contrario, los beneficios que aporta a los niños el tiempo pasado en la naturaleza. Recordemos que la naturaleza ofrece tiempos que no se pueden acelerar. Es un tiempo pausado que tiene sentido para el niño, es acorde a su propia naturaleza, es la pedagogía del caracol, la escuela slow, sin prisas… Dejémoslos crecer con tiempo y en el espacio natural.
Consejo de redacción infancia en Cantabria
