Cultura y expresión. Jugando a ser. Relato vivencial del juego desde el hacer, sentir, pensar y relacionarse

En la actualidad las niñas y los niños, desde que son bebés, están inmersos en un mundo de imágenes y juegos virtuales a través de diversos dispositivos electrónicos, y son cada vez menos las acciones lúdicas con su cuerpo. La tecnología no puede sustituir nunca las interacciones vividas con el entorno y con otras personas, ya que contribuyen a construir las referencias afectivas y cognitivas.

«El juego simbólico es una asimilación libre de lo real al yo»
Piaget, 1961, pág. 282

Sensibles y preocupadas con la «invasión» de dispositivos digitales, diseñamos propuestas que inviten al cuerpo en relación a actuar, pensar y jugar, a poder vivir y ponerse en la piel de otras personas desde su propio imaginario, para ir comprendiendo y asimilando el mundo adulto.

El juego libre
«Un juego más elaborado, más rico y más prolongado da lugar a que crezcan seres humanos más completos que los que se desarrollan en medio de un juego empobrecido, cambiante y aburrido» Bruner, 2002, pág. 219

Organizamos instalaciones de juego con objetos cotidianos que puedan ser polisémicos en la imaginación de la infancia, en una aproximación basada en la idea originaria de las «instalaciones de juego» de los autores Ángeles Ruiz de Velasco y Javier Abad, que desarrollan en sus libros El juego simbólico (2011) y El lugar del símbolo: el imaginario infantil en las instalaciones de juego (2019). Tenemos presente que, en las clases de Educación Infantil, no solo se enseña desde el rol docente, sino que los recursos y la organización de los materiales, el entorno, el ambiente físico y emocional…, son parte importante de los procesos educativos. Por ello, deben ser cuidados y tenidos en cuenta en el quehacer diario de la escuela. Ofrecemos objetos para ser jugados libremente que faciliten la evocación de lo ausente, colaborando a la adquisición de la función simbólica, las relaciones sociales, la empatía y la afectividad e impulsando el pensamiento creativo y abstracto. Organizamos los objetos cuidando la estética con el fin de ir más allá de manipular o realizar construcciones, como puede ocurrir con propuestas de bandejas sensoriales en las que se interactúa solo con los objetos. El valor de las «instalaciones de juego simbólico» (Abad y Ruiz de Velasco, 2014) es el desarrollo social y comunicativo, de forma que es necesario que se produzca interacción con otras personas con las que establecer relaciones intersubjetivas.

Objetivos
«Es solo siendo creativo que el individuo descubre su yo»
Winnicott, 1975

• Desarrollar la función simbólica y la creatividad.
• Mejorar el lenguaje corporal y oral.
• Adquirir una mayor autonomía personal y de pensamiento.
• Establecer relaciones sociales satisfactorias y placenteras.

El rol docente durante el juego
Es fundamental crear un clima de seguridad física y afectiva que permita a los niños y las niñas expresarse libremente favoreciendo el crecimiento creativo, psicológico y relacional. Para ello, en las sesiones de juego, el docente mediará en los pequeños conflictos, aceptará las invitaciones que le propongan de interactuar en las acciones lúdicas, colaborará en situaciones que considere importantes (como animar a quien observa un juego y no se atreve a entrar en él o se muestra inseguro), mantendrá una escucha respetuosa, mostrará una actitud de asombro ante las ideas de lo que acontece…, acompañando activamente desde el respeto.

 

Sería conveniente que, durante el desarrollo de estas propuestas de juego, participen varias educadoras o se invite a algún familiar, indicando a cada adulto en qué va a consistir su intervención: documentar, resolver pequeños conflictos o intervenir en el juego.

La importancia de documentar
«El juego es el placer de poner en escena las representaciones inconscientes»
Aucouturier, 2004, pág. 144

Durante los momentos de juego, fotografiamos, grabamos audios y vídeos, realizamos anotaciones…, y obtenemos datos muy valiosos tanto para las niñas y los niños como para las educadoras que intervenimos. Con toda la documentación, conocemos mejor sus relaciones interpersonales, inquietudes, deseos, los relatos que sostienen el juego…, y desvelamos los secretos que a veces esconden o los pensamientos que van construyendo. Entre los que podemos observar, que cada grupo de niños tiene una cultura simbólica que van interiorizando y aumentando a través del juego; les gusta imitar juegos de otros y los van incorporando a su memoria lúdica.

Los juegos de construcción también están muy presentes. Inicialmente las niñas y los niños se inclinan por realizarlos individualmente, y espontáneamente dan paso a las construcciones colectivas, en las que son cada vez más capaces de colaborar y realizar proyectos comunes.

En cuanto a la fotografía, es un recurso mediador entre los juegos y la memoria de lo vivido. Así, seleccionamos imágenes representativas que proyectamos para facilitar que fluya la palabra atribuyendo significados a las acciones, lo cual enriquece su mundo interior y las relaciones personales.

La representación gráfica
Proponer después de las sesiones que representen gráficamente sus acciones lúdicas colabora a la interiorización y simbolización de sus pensamientos, en la que proyectan su cartografía afectiva, y así se van liberando de los conflictos internos. Es importante que se sientan libres y que no se les interrumpa durante el proceso. Una vez finalizado, es interesante comenzar un diálogo para mostrar interés por la historia que se desarrolla en el dibujo, y anotarlo en un lugar diferente a su producción.

Relatos vivenciales de juego
Hemos seleccionado algunos relatos documentados que consideramos que muestran el imaginario simbólico infantil a través del relato compartido, las interacciones, los vínculos emocionales, la mediación entre iguales y con adultos referentes (Ruiz de Velasco y Abad, 2019).

En las primeras fotografías, Ángel realiza acciones lúdicas en solitario. A veces se acerca a otros con la intención de asustarlos desde su rol omnipotente de «dinosaurio», en ocasiones entra en el juego de otros grupos amenazando con destruir sus refugios.

En sucesivas sesiones observamos cómo va abandonando esa representación, observa otros juegos, se acerca tímidamente, esperando que lo inviten a participar, llama a la puerta de la casa construida por un grupo de niñas, que no reconocen esa acción. Decidimos intervenir, preguntar si está llamando a la puerta, con el fin de cerciorarnos de que nuestra observación es la realidad realizada por este niño, después llamamos la atención y preguntamos si lo dejan entrar, y lo admiten en la casa. Ángel coge una caja pequeña y realiza la acción de hablar por teléfono con la satisfacción de sentirse parte de la colectividad. La historia continúa, pero él no sigue el relato de hacer la maleta para ir a la playa y se queda solo en la casa, representando a un perro.

Verlo solo de nuevo después de su pequeña conquista hacia la socialización nos lleva a invitar a una niña a entrar en la casa y jugar con el perro.

Días más tarde es capaz de entrar solo en la nueva construcción de la casa por el mismo grupo de niñas, aunque abandona al sentirse poco integrado en su juego. Decide salir y construir un camino de cajas en un lugar que le da seguridad para recorrerlo y saltar al final del trayecto. Nos mira, esperando ver nuestra mirada que se maravilla con sus creaciones.

En la representación gráfica de ese día, elige el juego colectivo, con el espacio bien delimitado que rodea al grupo del juego. Todos están sonrientes, pero el dibujo que representa su boca abierta, como si estuviera hablando, muestra un semblante de tristeza o frustración. Es capaz de expresar con más claridad su mundo interior a través del lenguaje plástico que con el lenguaje oral.

Otros juegos que realizan por placer y que contribuyen a su evolución psicológica y seguridad afectiva son:

• Aparecer y desaparecer.
• Jugar a esconderse.
• Jugar a envolverse: «estoy en el sofá con mi mantita viendo los dibujos con el móvil», «estoy durmiendo, Julia me tapa para que esté calentita».
• Jugar a perseguirse.
• Juegos sensorio-motores: «ando por las cajas, si me caigo me come un cocodrilo», «me tiro al mar y corro para que no me cojan los cocodrilos».
• Jugar al agresor: «somos piratas y Ángel es un dinosaurio que quiere destruir nuestra casa y quitarnos el tesoro», «soy un fantasma», «una momia».
• Traspasar el umbral: «el viento mueve las bolas de papel y las recogemos sobrepasando las cintas que prohíben pasarlas».
• Historias imaginadas: «tengo un secreto», «somos piratas y en la casa tenemos un tesoro escondido con muchas monedas», «esta es mi maleta, me voy de viaje».
• Representaciones de escenas familiares: «duérmete, Julia, si no te duermes por la tarde no comes huevo Kinder», «hemos hecho una casa, estas son las camas, el armario de los juguetes y en esta cajita tenemos los anillos», «soy la mamá, le dejo el móvil para que vea los dibujos», «vamos en el coche de viaje, yo soy la mamá y Alba la hija, yo conduzco»…

Resumen
Cuando juegan con otros roles diferentes al suyo, van desarrollando su pensamiento abstracto, liberando sus miedos, mejorando sus habilidades sociales, indagando la posibilidad de ser otro sin dejar de ser uno mismo. En palabras de Vicenç Arnaiz, «el desarrollo del conocimiento fue posible cuando la verdad se hizo externa a cada persona. El desarrollo del mundo interior será más fácil en la medida en que haya instrumentos y maneras de hacer que lo pongan en común, lo hagan observable y experimentable en nuestro contexto histórico y cultural». En este camino pedagógico seguimos en nuestras clases. Somos conscientes de que nos queda un gran recorrido formativo e intentamos solventarlo con una lectura minuciosa de publicaciones, el acompañamiento docente, la reflexión compartida de lo que acontece, la documentación pedagógica y la mirada respetuosa hacia la infancia. Al igual que los niños y las niñas, crecemos con cada juego que surge de sus pensamientos.

Gracia Moya, CEIP Gloria Fuertes, Jaén.

Bibliografía
Abad, J., y Á. Ruiz de Velasco (coords.): «Ins­talaciones para el juego presimbólico y simbólico». Aula de Infantil, núm. 77, septiembre de 2014.
Aucouturier, B. (2004): Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz. Barcelona: Graó.
– (2018). Actuar, pensar, jugar. Puntos de apoyo para la práctica psicomotriz educativa y terapéutica. Barcelona: Graó.
Bruner, J. (2002): Acción, pensamiento y lenguaje. Madrid: Alianza.
Piaget, J. (1961): La formación del símbolo en el niño: Imitación, juego y sueño. Imagen y representación. México: Fondo de Cultura Económica.
Ruiz de Velasco, Á., y J. Abad (2011): El juego simbólico. Barcelona: Graó.
– (2019). El lugar del símbolo. El imaginario infantil en las instalaciones de juego. Barcelona: Graó.

Videografía
Abad, J., y Á. Ruiz de Velasco (2022): Las instalaciones de juego. Disponible en: www.youtube.com/watch?v=ALn_idvnuCg

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